Pasamos más de 770 horas al año amamantando, ¡¡se dice pronto!!. Yo recuerdo bien las malas posturas, la espalda cargada y las noches eternas. Por eso, cuando asistí a la presentación oficial en Vicenza del nuevo cojín de lactancia Inglesina Elysia, pensé: si esto hubiera existido en mi lactancia, todo habría sido distinto. Tras más de 6 años de experiencia amamantando —incluida una lactancia gemelar exclusiva durante 3 años— hoy quiero compartirte lo que, en mi opinión, debe tener el mejor cojín de lactancia y cómo un diseño realmente ergonómico va a marcar la diferencia en tu día a día.
Qué es un cojín de lactancia y por qué es clave en tu bienestar
Función principal: sostener al bebé y cuidar la postura

Un cojín de lactancia debe estar diseñado para elevar y sostener al bebé a la altura adecuada del pecho, evitando que tengas que encorvarte durante las tomas. Esto protege tu espalda, cuello y brazos, y al mismo tiempo ayuda al bebé a mantener una postura estable para un agarre correcto. En pocas palabras: mejora la comodidad de ambos y facilita que la lactancia sea una experiencia más llevadera.
¿Por qué no sirve un cojín de embarazo para lactancia?
Aunque muchas madres recurren al cojín de embarazo después del parto, no está pensado para amamantar. Su forma alargada y voluminoso diseño no ofrecen la altura ni la estabilidad que requiere la lactancia. El resultado suele ser un bebé mal colocado y una madre que sigue soportando tensión física. Por eso, si buscas el mejor cojín de lactancia, lo ideal es elegir un modelo específico. Debe estar diseñado con la máxima ergonomía para el momento de dar el pecho y no para dormir durante el embarazo.
Las 5 claves para elegir el mejor cojín de lactancia

1. Soporte ergonómico real para ti y tu bebé
El mejor cojín de lactancia debe mantener al bebé a la altura adecuada del pecho, evitando que te adoptes una mala postura. Un buen soporte ergonómico protege la espalda, cuello y brazos, y al mismo tiempo facilita un agarre más profundo y cómodo para el bebé.
2. Adaptabilidad al crecimiento
No basta con que sea cómodo en los primeros días. El cojín debe adaptarse al crecimiento del bebé. Por ello debe tener zonas de diferente densidad o firmeza para acompañar las distintas etapas de la lactancia: desde el recién nacido hasta los primeros meses.
3. Versatilidad de posiciones: cuna y rugby ¿y gemelar?
El mejor cojín de lactancia debe permitir diferentes posiciones, como la cuna clásica y la posición rugby, muy útil en caso de cesárea o para madres de gemelos. Esta versatilidad ayuda a que encuentres la postura que mejor se adapte a tus necesidades.
4. Materiales transpirables y fáciles de lavar
Un cojín de uso diario tiene que estar fabricado con tejidos frescos, transpirables e hipoalergénicos, que cuiden la piel sensible del bebé. Además, contar con fundas extraíbles y lavables es imprescindible para garantizar higiene y durabilidad.
5. Respaldo profesional o validación científica
El valor añadido de un buen cojín es que esté diseñado y avalado por estudios o certificaciones ergonómicas, demostrando con datos que realmente reduce las molestias y mejora la postura durante la lactancia.
Errores a evitar al elegir un cojín de lactancia
❌ Usar un cojín de embarazo para lactancia
Un cojín de embarazo está pensado para dormir y aliviar la tripa durante la gestación, pero no para dar el pecho. Es demasiado largo y blando, y no ofrece la altura ni la estabilidad necesarias para sostener al bebé. El resultado: posturas incómodas y más dolor en la madre.
❌ Elegir modelos sin estabilidad ni ajuste al cuerpo
Los cojines que se desplazan o no se ajustan al cuerpo obligan a la madre a sujetar constantemente al bebé, perdiendo el apoyo que deberían dar. El mejor cojín de lactancia debe mantenerse firme en su sitio, liberando tus brazos y espalda.
❌ Pasar por alto la calidad de los materiales
Un cojín de lactancia se usa varias veces al día, durante meses. Si los materiales no son transpirables, lavables e hipoalergénicos, se deterioran rápido, acumulan calor y resultan incómodos tanto para ti como para el bebé.
Análisis de Inglesina Elysia: el mejor cojín de lactancia, con aval científico
📊 Encuesta a madres: 80% molestias y el impacto real en la lactancia
Durante la presentación en Vicenza se compartió un dato que me dejó helada: en una encuesta a 2.259 madres en Italia y España, 8 de cada 10 afirmaron haber tenido dolores físicos al amamantar. Y lo más duro: 1 de cada 4 llegó a plantearse dejar la lactancia por esa incomodidad. Estos resultados fueron la chispa que llevó a Inglesina a desarrollar un cojín que respondiera a una necesidad real, y no solo a “dar algo mullido sobre lo que apoyar al bebé”.
Y en colaboración con la «Baby Wellness Fundation«, con la que desarrollaron Welcome Pod, el mejor nido para bebé, nace el cojín de lactancia ELYSIA.
🔬 Pruebas EMG y VAS: cuando la ciencia entra en la lactancia
Uno de los momentos más curiosos de la presentación fue ver gráficas de electromiografía (EMG), una técnica que mide la actividad de los músculos en tiempo real. Se comparó amamantar sin cojín, con un cojín genérico y con Elysia. El resultado era muy claro: los picos de esfuerzo muscular bajaban en picado con Elysia. Y al cruzar estos datos con la escala de incomodidad VAS, se confirmó lo que todas sospechamos: amamantar con un buen cojín cambia radicalmente la experiencia. La cifra habla sola: 91% menos de malestar con Elysia frente a cojines genéricos.

🧩 Diseño ergonómico: inspirado en la experiencia real
Elysia no se diseñó en un despacho, sino escuchando a madres y observando sus posturas. Por eso tiene doble densidad (un lado más suave para recién nacidos (hasta 3 meses) y otro más firme a medida que crecen). Cuenta con cinturón con enganche magnético con la que puedes fijar el cojín al cuerpo con una mano. Evitas así ese baile constante que obliga a recolocar al bebé. Pequeños detalles que marcan una gran diferencia cuando hablamos de cientos de horas de lactancia acumuladas.
🌱 Materiales premium: más allá de lo estético
El tejido exterior es de bambú con malla 3D. No es solo marketing “eco”: es un material transpirable y termorregulador, ideal para climas cálidos o pieles sensibles.
💡 Algo que me sorprendió fue que el cojín tiene un exterior impermeable, perfecto para esas pequeñas fugas inevitables 😉. Sin embargo el interior es transpirable, evitando que el bebé sude como un pollito cuando aprieta el calor.
Video: análisis del mejor cojín de lactancia: Inglesina Elysia
👉 En el siguiente vídeo te cuento mi experiencia en la presentación oficial de Inglesina Elysia y por qué creo que es el mejor cojín de lactancia. Verás los resultados del estudio científico y lo fácil de usar que es.
5 dudas frecuentes antes de comprar tu cojín de lactancia
Desde el primer día, incluso en el hospital, ayuda a colocar al bebé a la altura adecuada y evita malas posturas, facilitando el agarre.
No te lo recomiendo. Son demasiado largos y blandos, y no ofrecen la estabilidad ni la altura necesarias para conseguir una buena posición.
Por supuesto, y esl totalmente recomendable. El cojín de lactancia reduce la carga en brazos y espalda, sea con pecho o biberón.
Lo ideal es elegir un modelo con funda extraíble y lavable a máquina. Y tener una funda extra, que seguro que te hará falta.
Inglesina Elysia. Ha sido diseñado para maximizar la ergonomía postural de la madre y del bebé, y además el único que ha demostrado su efectividad con estudios científicos.
Disfruta de la lactancia sin dolor con Inglesina Elysia
Amamantar debería ser un momento de calma y conexión, no de tensión y dolor. Después de conocer su desarrollo científico, y haberlo probado, creo que Inglesina Elysia puede hacer la diferencia para muchas madres, y espero que lo haga para ti. Sé de buena tinta que una buena postura es la clave para un buen agarre. Y para que ese vínculo mágico de la lactancia sea lo más agradable y duradero posible.
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