Uno de los principales motivos que quita el sueño a mamás y a papás es el famoso cólico del lactante. Un tema muy popular del que vamos conociendo más pero del que aún falta mucho por averiguar.
Es cierto que cada vez hay más implicación del sector sanitario en resolver el problema pero todavía carecemos de herramientas fiables de diagnóstico y estrategias terapéuticas para lograr un tratamiento efectivo al 100%.
Antes de buscar soluciones para resolver los cólicos de nuestro bebé hemos de saber si su malestar se debe de verdad a un cólico de lactante.
¿Qué signos y síntomas puedo reconocer en mi pequeño para poder afirmar que sufre cólico del lactante?
Es posible que hayas oído hablar de la “Regla del 3”. Muchos profesionales siguen esta regla para hacer su diagnóstico: Un bebé sufre cólico del lactante si tiene un llanto que dura más de tres horas al día, más de tres días a la semana y que persiste más de tres semanas. Sin embargo, cada vez se da más importancia al resto de aspectos que sigo explicando.
– El llanto del cólico del lactante es muy agudo (similar al de otras patologías como otitis), inconsolable. Suele aparecer durante la tarde y la noche. Puede durar minutos u horas pero no cesa con lo que habitualmente consigue calmar al bebé si no que suele desaparecer de manera espontánea. A veces, se calma tras expulsar gases o defecar, pero no tiene por qué. El bebé se estira mientras llora, aprieta los puños, se pone rojo, se revuelve como si no encontrara una postura cómoda.
– Distensión abdominal: el vientre del bebé tiene aspecto de balón, con tensión en la piel, probablemente con marcas muy evidentes de la presión de la ropita y el pañal.
– Estos bebés suelen tener alteraciones del patrón excretal habitual: estreñimiento, meteorismo, cacas verdosas.
– También podemos ver cara de cansancio tras el cólico, de agotamiento, e incluso notarles muy irritables los días que han tenido crisis. Sin embargo, fuera de las crisis cólicas el niño es un niño feliz.
– Normalmente debutan a las dos semanas de nacer y mejoran tras la cuarentena. Pero en algunos bebés puede durar hasta los 4 meses.
¿Cuáles son las causas del cólico del lactante?
Hay muchas hipótesis sobre el origen de los cólicos de lactante. Estas son las más aceptadas:
- Inmadurez del aparato digestivo: Son varios los aspectos que aún han de madurar para que la función digestiva de un bebé sea la adecuada. Por un lado, en un recién nacido hay un desequilibrio en el sistema nervioso vegetativo que influye directamente en la función digestiva (mejora a los 3-4 meses). Además, la musculatura del intestino tampoco desarrolla aun su peristaltismo a la perfección y el cardias no se cierra por completo (tendencia al reflujo gastroesofágico).
- En muchos bebés existe un desequilibrio de la microflora intestinal que se regula sola con el paso del tiempo. Se ha demostrado que la introducción de probióticos mejora en muchos niños el cuadro cólico (Kianifar, 2014)
- La intolerancia a la lactosa es otro motivo. La mayoría de los neonatos no pueden digerir la lactosa hasta los 4 meses de vida.
- Alergía a la proteína de la leche de vaca. También hay estudios que sustentan esta teoría. En este caso, se aconseja que la mamá no consuma alimentos con leche de vaca.
- El modelo de crianza. Los datos que van recopilándose sobre el tipo de lactancia, el porteo frente al carrito y otros aspectos de los distintos tipos de crianza, revelan que también pueden influir en la aparición de cólico del lactante y en la intensidad de los mismos. El porteo ayuda a que el bebé esté más tranquilo, ya que se siente seguro a través del contacto físico.
- Por un lado, se ha observado que el mal agarre puede provocar más gases en el bebé. También algunos autores afirman que los bebés que toman lactancia mixta tienen más cólicos que los toman lactancia exclusiva materna o artificial. Por otro lado, el porteo también sirve de gran ayuda para calmar los cólicos.
¿Cómo podemos prevenir o curar el cólico?
No hay nada que cure el cólico del lactante.
Ahora bien, como he mencionado antes, corregir malos hábitos en la lactancia (mejorar el agarre, cuidar las posturas, no cambiar de tetinas), elegir el porteo – o los brazos- en vez del carrito, o dar al bebé algunos probióticos específicos, puede ayudar a disminuir los episodios de cólico y la intensidad de los mismos.
Asimismo, la fisioterapia juega un papel importantísimo a la hora de aliviar los síntomas. El masaje profesional es una estupenda medicina para mejorar los cólicos. Es una terapia suave e indolora para el bebé que actúa sobre el sistema nervioso (acelera la maduración), sobre el sistema endocrino y el sistema inmunitario (se liberan endorfinas para disminuir el dolor, además de generar oxitocina y prolactina, que fomenta el vínculo madre/hijo y reduce la secreción de hormonas relacionadas con el estrés) y colabora en el buen funcionamiento del gastrointestinal ayudando a eliminar gases y estreñimiento.
El porteo ayuda al bebé a expulsar los gases y hace que el bebé se sienta más seguro a través del contacto físico.
Los resultados aparecen muy pronto y si la combinamos con todo lo anterior y con ciertos truquitos que enseñe la fisio a los papás (posturas de relajación ante la crisis cólica, maniobras de masaje infantil para hacer en casa, etc) pueden ser asombrosos y mejorar casi por completo el estado del bebé.
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Tania Martín del Hierro. Fisioterapeuta especializada
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