Stokke, fundada en 1932 en Ålesund, Noruega, nació con el propósito de crear productos que mejoraran la calidad de vida, inicialmente especializándose en muebles para adultos. No fue hasta 1972 cuando Stokke presentó su producto más icónico, la trona Tripp Trapp, diseñada por Peter Opsvik, que la compañía encontró su verdadero nicho en el cuidado infantil.
Desde ese momento, Stokke se comprometió profundamente con el bienestar infantil y el desarrollo familiar, apostando por productos que crecen con el niño y fomentan la proximidad familiar, como sus tronas, cochecitos y cunas evolutivas. Su enfoque siempre ha estado basado en un diseño ergonómico y seguro, asegurando que los bebés y niños pequeños tengan comodidad y soporte adecuados en cada etapa de su vida. Stokke se ha convertido en sinónimo de innovación, siempre integrando el diseño escandinavo minimalista con la funcionalidad y la longevidad que permite usar sus productos por generaciones.